
Lo has apoyado, ayudado siempre que podías.
Le has contado secretos que nunca le contarías a nadie.
Le has cantado canciones por lo bajo, sonriendo.
Cuando sonreías nada más verlo.
Te preocupabas cuando estaba enfermo.
Intentabas consolarlo si lo pasaba mal.
Reías cuando tenías ganas de reír, y llorabas si estabas triste.*
No hay comentarios:
Publicar un comentario